Obligada por la tormenta, Bella llamó a la puerta de una misteriosa mansión sin imaginar que sería recibida por un atractivo hombre y su hija, una niña demasiado lista para su corta edad. Cuando Edward Cullen le ofreció una habitación para dormir, Bella aceptó de inmediato, pero jamás pensó que al poco rato Edward entraría en su dormitorio como sonámbulo y semidesnudo.
Adaptación Por luciamarcoccia
Esta historia pertenece a Jennifer Greene
Aqui pueden leer la historia on line:
No hay comentarios:
Publicar un comentario